Hoy sólo un apunte rápido.
Bicheando por Strobist (sí, yo también estoy enganchado), he encontrado esta entrada antigua en la que se incluye una muy buena reflexión.
Al menos a mi entender, ya que me he sentido algo identificado en lo que se dice.
Los que ya conozcan el blog de Strobist, sabrán que se trata de una de las webs más visitadas por todos los aficionados a la fotografía en todo el mundo en la que de una forma muy amena, se nos va metiendo el gusanillo de utilizar la luz de flash para iluminar nuestras fotografías.
El problema es que el blog es tan bueno que acabas centrándote mucho en este aspecto meramente técnico, hasta que un día te encuentras haciendo fotos sin importarte a qué se las haces, enfrascado en conseguir una buena y espectacular iluminación.
En consecuencia las fotos al final aún teniendo un buen aspecto, están completamente vacías.
Para mí ha sido revelador e incluso sorprendente encontrar esta entrada donde el mismo que nos ha metido en esta dinámica nos advierte de los peligros de olvidar que todas las técnicas que nos enseña no son más que una herramienta que debe estar al servicio de nuestra creatividad y no deben convertirse en un fin excepto cuando estemos aprendiendo a usarlas y tal vez ni siquiera entonces.
Bueno, aquí va el enlace (versión en español) que lo disfrutéis.
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